Los Pachyuromys duprasi tienen en su gruesa cola un almacén de reservas de grasa, agua y nutrientes para hacer frente a las adversidades del medio en el que viven.
Los jerbos Duprasi son bastante más insectívoros que otras especies de jerbo, por lo que idealmente deberíamos incluir insectos con frecuencia en su dieta.
Si prefieres no ofrecer insectos, existen alternativas ricas en proteína como pueden ser unas bolitas de pienso de gato de alta gama (sin cereales), aunque no debemos olvidar que por norma general, lo más natural es lo mejor.
Algunos insectos que harán las delicias de nuestros jerbitos de cola gruesa son:
Los insectos se pueden ofrecer a diario en pequeña cantidad.
Además de la parte puramente proteica, los jerbos de duprasi necesitarán una mixtura de calidad, sin polvo ni suciedad. Podemos adquirir en establecimientos especializados como nuestro centro una mixtura ya elaborada, o bien hacer la mezcla nosotr@s mismos, aunque esto conlleva algo más de trabajo y requiere más conocimientos para evitar déficit nutricionales.
La mixtura la ofreceremos diariamente, retirando los restos que queden del día anterior al rellenar el comedero.
Los alimentos frescos como la fruta y la verdura son raramente consumidos por estos habitantes del desierto, por lo que su aparato digestivo no está muy bien preparado para digerirlos y asimilarlos y pueden traer problemas digestivos como diarrea, malestar, etc. por lo que será mejor evitarlos o administrar únicamente algunos brotes (rúcula, canónigo, escarola…) en pequeña cantidad y muy esporádicamente.
Los jerbos duprasi a diferencia de otras especies de jerbos, raramente forman clanes organizados y cuando les forzamos a convivir en grupos, suelen aparecer peleas que pueden llegar a ser bastante violentas, es por eso que nuestra recomendación es alojarlos de forma individual, para evitar estrés y agresiones.
Un jerbo duprasi alojado solo en una instalación adecuada y con suficientes estímulos puede llevar una vida feliz.
Debemos recordar que como para cualquier animal que decidamos mantener en nuestro hogar, su jaula/terrario/habitáculo será el lugar donde más tiempo pase, por lo que debemos esforzarnos en que sea lo más adecuado posible.
Para alojar cómodamente un jerbo duprasi recomendamos un terrario horizontal, con unas medidas mínimas de 100x50x50, obviamente si es más, mucho mejor.
Como sustrato podemos emplear una mezcla de fibra de coco, papel prensado y arena fina para reptiles desérticos, de este modo conseguiremos una textura agradable para que el jerbo pueda escarbar y una parte absorbente para evitar humedades.
Es importante colocar varios refugios en distintas zonas que el jerbito se encargará de acomodar con heno y tiras de papel que pondremos a su disposición.
Los jerbos duprasi cuidan su manto dándose baños de arena, por lo que en su terrario no debe faltar un recipiente lleno de arena de baño de chinchillas en el que se lo pasará bomba y le ayudará a quitar el exceso de sebo de su pelaje.
Estos jerbos de cola gorda no son hábiles trepadores, por lo que no es necesario colocar muchas ramas en la parte alta ya que apenas lo aprovechará y si lo hace, puede llegar a caerse. Sin embargo, si podemos colocar algunos troncos gruesos sobre la superficie del terrario que le ofrecerán distintos escondrijos y la posibilidad de corretear por encima.
También podemos colocar algunas rocas que además ayudarán a que desgasten las uñitas al caminar sobre ellas.
Nosotr@s recomendamos cambiar los troncos y rocas con frecuencia, para aportar nuevos estímulos a nuestro jerbo que disfrutará olisqueando las novedades y recorriendolo todo de arriba a abajo.
Los jerbos duprasi no requieren vacunaciones ni desparasitaciones de forma normal. Sin embargo, es importante realizar un chequeo completo unos días después de la llegada a casa (primero debe adaptarse a su nuevo hogar, comida, hábitos, etc.) para verificar su estado de salud.
Posteriormente se revisará a los jerbos duprasi con carácter semestral, para poder tener un control médico y conocer sus constantes y parámetros vitales habituales, así será más fácil detectar cuando algo no va bien y muchas veces podremos anticiparnos antes de que ciertos problemas sean más graves. Además, es recomendable hacer al menos un análisis coprológico al año para evitar la presencia de parásitos intestinales que pueden contraer a través del alimento vivo o zonas contaminadas.
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